lunes, 23 de septiembre de 2013


Quisiera agradecer a la docente Reina Bejarano, por este artículo sobre mi obra. 



LA SOLEDAD Y LA ESPERANZA

Reina Bejarano

Se dice que Jairo Buitrago es un escritor de libros álbum para niños; sin embargo encuentro que su obra es también para jóvenes y adultos; que de ella se extractan variadas lecturas, diversas abstracciones como interpretaciones, son otros componentes  que un  lector encuentra en su obra.
Se observa la representación de la comunidad latinoamericana en sus dinámicas barriales  del contexto urbano popular,   sus carencias, esperanzas, sus coloridos. Muestra además otras  estructuras de  ciudad,  una atmósfera sombría, surcada por la desigualdad, análoga en su color, donde la gente se mueve entre el centro y la periferia; prototipo una ciudad en movimiento, anexa y en construcción de convivencia
Sus protagonistas principales niñas y niños invadidos de vacíos afectivos,  aun así con tanta fortaleza que asumen  roles de adultos, sembrando la ética del cuidado, con  sentido de protección, responsabilidad,  análisis y en la búsqueda de conjugar comportamientos y cualidades  femeninas y  masculinas
Tanto niños como adultos reflejan soledades,  expresan la  necesidad tener con quien hablar, de ser escuchados, de intercambiar y fortalecerse, no solo entre pares sino en la búsqueda del referente adulto/a; son niñas y niños con  iniciativas, aun son, en cierto sentido libres, no contaminados por los monstruos de la ciudad.
De igual manera, Jairo hace un paneo de la diversidad del mundo,  en esa  medida desde la  escuela, muestra el enorme cúmulo de diferencias entre unos y otras,  con sus formas de  bellezas, potencialidades, sueños,  expresiones y la posibilidad de construir relación entre todos y todas; nos evoca la persistencia, las relaciones incluyentes, la comunicación abierta y como la gente se las arregla para vivir en pueblos diversos, étnicos de un país que se mueve en los centros de acuerdo a las dinámicas de vida de la  sociedad mayoritaria.

Así mismo las minorías son casi invisibles, pero con sueños con la certeza de la  lucha por no dejarse ganar por el paso del tiempo.
La esperanza, es muy diciente, es un eje perpendicular de la obra de Jairo Buitrago, aparece como una dualidad que se mueve en los otros  colores que acompañan las ciudades grises y sus transeúntes cíclicos inmersos  en el  devenir del cual los niños y niñas no quieren dejarse atrapar.
Reina Bejarano.