En esto días recordé una de las imágenes más graciosas del cine mexicano y no es precisamente en una comedia: la cabeza decapitada de Juan el Bautista, adornada con lechugas se gira 360º para seguir inquisitivamente a un rey Herodes de corona de papel aluminio, que se frota arrepentido las manos y se mueve de lado a lado por su palacio de cartón piedra. El film es Jesús nuestro señor (1970) de Miguel Zacarías, protagonizada por un cincuentón Claudio Brook con peluca blonda. Años atrás este actor había encarnado de manera convincente al anciano ermitaño tentado por el diablo (Silvia Pinal) en Simón del desierto (1967).
Pinal y Brook tentación Nº 1
Sobre
los cristos del cine mexicano, acaso los mas vistos en los cines de
toda América latina, valdría la pena detenerse únicamente para evidenciar la
sarta de errores históricos y cinematográficos que poseen estos títulos, así
como la facilidad en la que se mueven por los recovecos del humor involuntario.
Estos son Jesús de Nazareth (1942)
de José Díaz Morales, Maria Magdalena
(1945) de Miguel Contreras, El mártir
del Calvario (1952) de Miguel Morayta,
El proceso a Cristo (1969) de Julio
Bracho acaso la mejor realizada de todas, y la mas demencial Jesús nuestro señor (1970) de Miguel
Zacarias, realizada según palabras de su propio director: para "reparar" los daños morales creados por los jóvenes
hippies.
Peluca y tupé: El proceso a cristo (1969) con Enrique Rocha.
Pero cedo la palabra al crítico Jesús Ibarra que certeramente ve
en las pelucas usadas un punto en común en todas, cuando escribe sobre El proceso a Cristo:
Sin lugar a dudas, Julio Bracho logró la mejor y
más original película sobre Cristo que se haya hecho hasta ahora en el cine
mexicano. Con muchas fallas en el maquillaje –en específico la horrible y
artificial cabellera de Maura Monti como María Magdalena y la de la mujer
adúltera, así como el cabello de Enrique Rocha en el papel de Cristo que en
algunas toma se nota que es peluca (…)
El Mártir del calvario (1952): Peluca y ceceo.
O
cuando mas adelante compara esta cinta con otras dos muy populares salen de
nuevo a relucir las pelucas de cristo:
(…) la interpretación y caracterización de Rocha no
tiene comparación con el acartonado y teatral Enrique Rambal, que no deja su
acento castizo y que usa tremendo pelucón para caracterizarse, en El Mártir del Calvario de Miguel
Morayta, o con el avejentado Claudio Brook –de 43 años- que interpretó a Cristo
seis años después que Rocha en Jesús,
Nuestro Señor de Miguel Zacarías, también usando un tremendo y rizado
pelucón. Si Rocha, en vez de usar peluca, se hubiera dejado crecer el cabello
para lucir más natural, su interpretación hubiera sido excelente.
Pinal: La última tentación.
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